El concepto de «amor líquido», acuñado por Zygmunt Bauman, describe la inestabilidad y superficialidad de las relaciones románticas en la modernidad. Aunque este fenómeno ha proporcionado a las mujeres una mayor libertad y opciones en sus relaciones, también ha dado lugar a nuevos desafíos, especialmente en lo que respecta a la violencia de género. En esta narrativa pretendo explorar la intersección entre el amor líquido y la violencia, enfatizando la importancia de abordar estas problemáticas desde la perspectiva de los derechos humanos y de género.
Bauman (2003) argumenta que el amor líquido se caracteriza por la falta de compromiso y la volatilidad emocional, donde las relaciones a menudo son efímeras y basadas en intereses temporales. Esta naturaleza superficial puede facilitar la normalización de la violencia de género, ya que las conexiones no profundas pueden desdibujar las fronteras de respeto y consentimiento. En las relaciones líquidas, las mujeres pueden verse atrapadas en ciclos de búsqueda constante de validación y amor, lo que puede llevar a tolerar comportamientos abusivos...